El producto es una entidad física tangible, con su propio rendimiento, que consiste en atributos físicos (por ejemplo, tamaño, peso, color, etc.), psicológico (por ejemplo, simbólico, ostentoso, etc.) y servicio (por ejemplo, confiabilidad, garantía, asistencia).
Con el tiempo, el significado del término producto se ha ampliado, llegando a comprender «todo lo que se puede ofrecer a un mercado para fines de atención, adquisición, uso y consumo, capaz de satisfacer un deseo o una necesidad». Puede consistir en objetos físicos, servicios, personas, lugares, instituciones e ideas»(Kotler, 1992).
Indice
¿Cuáles son las características del producto?
El producto juega un papel fundamental.
En el marketing mix el producto juega un papel central en la existencia y el desarrollo de la empresa y puede considerarse como la variable del marketing mix que se encuentra aguas arriba de los otros.
Esta variable se relaciona con la búsqueda de las necesidades y deseos de los clientes y el diseño de un producto capaz de satisfacerlos.
Los atributos del producto.
Entre los diversos atributos del producto, por regla general, la empresa actúa sobre aquellos que son importantes en la decisión de compra del consumidor para posicionarlo o, en cualquier caso, para obtener ventajas relativas sobre los competidores.
Se asigna una gran atención, sobre todo para los bienes finales, al embalaje y al diseño porque estos elementos externos confieren la capacidad comunicativa y simbólica del producto.
Al equipar el producto con más atributos que corresponden a valores importantes para el consumidor, la empresa tiene mayores posibilidades de diferenciación y posicionamiento.
El rendimiento del producto.
Naturalmente, la gestión del producto se completa con la evaluación de su contribución a la rentabilidad de la empresa, tanto en términos absolutos como en relación con la contribución de los demás productos de la empresa. Los datos de ventas, el precio, el margen son las medidas de la capacidad del producto para mantenerse al día.
La clasificación.
Dependiendo de la necesidad que deseen satisfacer, los productos se clasifican en: bienes industriales, cuando se utilizan para la producción de otros bienes y bienes de consumo, cuando se utilizan para satisfacer necesidades físicas y/o psicológicas.
También, dependiendo de la duración del uso, distinguimos entre los bienes duraderos, cuando se usan muchas veces y se compran con poca frecuencia (por ejemplo, ver productos básicos), y los bienes no duraderos cuando, a la inversa, se consumen al mismo tiempo o en algunas veces y comprado con frecuencia (por ejemplo, vea la tienda de comestibles).
